lunes, 24 de enero de 2011

Música e historias

Adoro los cd de música variada... es un pequeño baúl lleno de historias, lleno de sueños, de amor y desamor, de deseos no cumplidos, de sueños inalcanzados, de aventuras fugaces o de aventuras duraderas, de recuerdos,..., de tantas y tantas cosas...que nunca acabaríamos.
Cada canción relata una pequeña historia, una vivencia.
¿Quién no tiene una canción que simbolice su historia de amor o desamor? ¿Quién no se ve reflejado, aunque sea en una frase de una canción, o quién no desearía convertirse en esa frase o en ese protagonista de la letra que escuchamos? Quizás ese es el objetivo con el que se escriben.
Cada una de ellas, es una pequeña historia, que busca que cada uno de nosotros nos veamos reflejados para que podamos reafirmarnos en nuestros pensamientos y decisiones, o podamos compadecernos, o arrepentirnos, o quién sabe qué...
Porque las cosas da igual quién las diga mientras se piense lo mismo, ¿no?

Y que mejor manera de seguir que destacando algunas frases o palabras que siempre me dan que pensar cuando escucho la canción... ¿Cuantas historias saldrán de ahí?
Besos...eso es lo que quiero, ¡BESOS! Por todos esos besos que nunca dimos, o esos que tanto dimos. (Besos - Dani Martin)
Te besaría...sin pensar, sin avisar, sin pensar en un después. (Te Besaría - Germán Meoro)
Que te vaya bonito...Cuántas cosas quedaron prendidas hasta dentro del fondo de mi alma, cuántas velas dejaste encendidas, yo no sé cómo voy a apagarlas. (Que te vaya bonito - Dani Martín & Mónica Cruz)
No solo las baladas tienen su historia de amor, sino que las rápidas y de apariencia frívola también tienen una historia que contar... Cuando los monstruos tienen nombre de mujer,..., eres una bruja-loro, eres un pequeño gángster... Divina (Divina - Hombres G & Santi Millán)
Me da lo mismo, lo que está bien y lo que está mal. Lo que me importa es el presente, y la sinceridad...y lo que siento cuando veo que eres de verdad... ¡Que nadie me llame cobarde! (Me da lo mismo - El Pescao & Ana Vera)
Mañana... Siempre quedará mañana. Cuando no sean noticias las canciones que escribí pensando en ti (Mañana - Mikel Erentxun)
More than this... (10000 maniacs - More than this)
Déjame, no juegues más conmigo (Déjame - Los Secretos)
Y bueno, así podría pasarme una tarde entera... recordando en cada frase un momento vivido. ¿Y qué hay mejor que eso? Ese es el PLACER de la música, ¡te traslada donde quieras!

martes, 18 de enero de 2011

El poder de las palabras

Me pregunto por qué algunas palabras ofenden cuando no se dicen con ese fin, sino que se usan como simples palabras. Quizás algunos las digan como ofensa, pero quizás otros no y resulta que términos, que en ocasiones pueden usarse como insultos y otras veces no, ya no pueden utilizarse...o mejor dicho, NO DEBEN.

En el diccionario aparecen ambas definiciones, la normal y la ofensiva, pero siempre por respeto se elimina de nuestro vocabulario cotidiano.

Podéis hacer la reflexión con las palabras marica o maricón. En el diccionario aparece la misma definición que para gay, pero en cambio en las dos primeras se incluye la acepción del insulto... y con ello, la "prohibición" no escrita de no usarla.
Y para algunas personas, hasta los términos niño o niña o perro y perra lo consideran maneras despectivas de llamar a alguien, cuando lo único que hacemos es aplicar la denominación general.

No ofende la palabra, no ofende quién la dice, sino que lo que ofende es la forma de decirla o la susceptibilidad de quién la escucha.
El poder de las palabras, o más bien el poder en la forma de utilizarlas...


Las palabras en ocasiones no ofenden... sino que simplemente aterran.
Asusta oírlas, asusta pronunciarlas, asusta decirlas...
Palabras sobre enfermedades, como cáncer, producen respeto, pavor y pánico. Y no dejan de ser palabras...pero siempre es más fácil achacar los miedos a la palabra que no afrontar las situaciones, luchar y vencer los miedos.

Y por último, la palabra más temida, la de muerte... que no por no pronunciarla desaparece... no somos niños pequeños que nos podamos tapar los oídos, somos adultos y debemos afrontar las cosas... Debemos asumir los hechos y superar las palabras.

El poder de las palabras, o más bien el poder en los hechos que implican...

lunes, 10 de enero de 2011

Navidad pasada...

Tras la Navidad todos nos quejamos de lo que hemos engordado, de los regalos que no nos han gustado, de las cenas y comidas que no nos apetecían, de la gente que no queríamos ver, de lo que nos hemos gastado... Pero no nos paramos a pensar en lo AFORTUNADOS que somos. Cuanta gente no tiene ni para comer en navidades... y nosotros venga a atiborrarnos a comilonas...y ¡encima nos quejamos!
Los regalos, nos los hacen con todo el corazón, o a veces simplemente por cortesía o porque toca, pero debemos agradecerlos, puesto que somos afortunados ya que alguien ha pensado en nosotros, se ha gastado el dinero, ha perdido su tiempo...simplemente por agradar o para que seamos felices. La familia o amigos o incluso conocidos que hemos visto en las cenas... es gente que voluntariamente (o no) viene y cena con nosotros, pero al menos tenemos a alguien con quien compartir estas fechas...hay personas que ni siquiera optan a ello... y ¿encima nos quejamos?
El dinero que hemos gastado...pues...¡hemos gastado lo que hemos querido!, puesto que lo importante es el regalo que sale del corazón y lo que lo valoramos nosotros... no hace falta hacer grandes dispendios...lo importante es pensar en la persona a la que regalamos y lo que le puede gustar... algo con cariño...


La Navidad, época de deseos, de sentimientos encontrados, de nostalgia, alegría, ilusión y tristeza. Familia que se reencuentra, familia que ríe, llora, discute y vuelve a reír. Los niños la viven con ilusión y los adultos debemos dejarnos llevar por esa magia. Dejar atrás el rencor y que el amor nos invada. Adoro la Navidad, sus luces, sus colores, su calidez... Deseo que vuelva... pero hasta el año que viene no pasará...y quizás sea por eso que es tan especial, ¡porque es una vez al año!