Nos pasamos la mitad del día ocupados y preocupados.
La otra mitad la perdemos buscando soluciones para preocuparnos menos y tener más tiempo libre.
Dejemos de darle vueltas, vivamos la vida con la justa preocupación y la ocupación limitada. Y el resto de tiempo disfrútemoslo intensamente.
Cada segundo que vivimos es único, ¿no es una pena desperdiciarlo?
Sácale el máximo partido y vivelo con una sonrisa, lo llevarás mejor.
Cada segundo que vivimos es único, ¿no es una pena desperdiciarlo?
Sácale el máximo partido y vivelo con una sonrisa, lo llevarás mejor.
Afronta los golpes de la vida con la máxima alegría posible, intenta sacar la parte positiva o como mínimo no te hundas profundamente.
¡La fuerza interior no tiene límites si tu te lo propones!
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