Torbellinos que arrasan a su paso con todo lo que se encuentran.
Trastornan las rutinas en novedades y las novedades en rutinas.
Torbellinos necesarios para poder pensar claramente.
Torbellinos como niños que todo cambian, que todo modifican pero que queremos que lo hagan.
Torbellinos que no dejan impasible a nadie, que marcan de por vida, y que en poco tiempo dejan notar su presencia.
Torbellinos de huellas imborrables.
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