Luces en la tierra

La vi pasar, jugué con su fuego, bebí de su veneno.
Mi herido corazón se quedó soñando un momento que no sucedería.
Prometía no acordarme, prometía no llorar, prometía no desangrarme por amor.
Perdí la inocencia del amor.
Las luces en la tierra iluminaban el camino hacia el fracaso.
Volvía a prometer reponerme.
Enloquecía día a día por ella.
Las luces iluminaban su rostro.
Paseábamos por un acantilado.
Y ahí seguía día tras día, ella me cogía la mano, yo la acariciaba, y enloquecía de amor nuevamente.
Las luces en la tierra eran el faro del puerto de la razón y la cordura.
Las luces en la tierra no se apagaban.
Las luces en la tierra me avisaron de lo difícil que sería la despedida.
Un canto a la libertad me señaló el final.