Admiro tu alegría, tu felicidad, tu inocencia.
Admiro tu forma de ver la vida, tu simplicidad, tu predisposición.
Admiro tantas cosas de ti que no te lo llegas ni a imaginar.
Eres todavía un retaquito, una niña con toda la vida por delante, pero viéndote no tengo ni la menor duda que sabrás vivirla al máximo, disfrutarla plenamente y aprovechar las oportunidades que te dará. Lucharás con uñas y dientes, contagiarás optimismo, crearás con tu imaginación lo que otros nunca llegarían a ver, y reirás sin parar.
Vivirás tristezas que te permitirán valorar lo bueno, y apreciar los instantes felices.
Afrontarás las cosas con la valentía y madurez necesarias.
No cambies nunca, que nadie te cambie y sobretodo que nunca nadie te diga que no puedes, y si lo hacen, sé que sabrás ignorarlo.
Te admiro desde el día que naciste, y cada día me sorprendes más y haces que mi admiración sea mayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario