Cerraste la puerta detrás de ti, camino a algo totalmente desconocido, algo nuevo, algo distinto.
Emprendías un viaje lleno de promesas, lleno de sueños.
Viajes en solitario para encontrarte de nuevo, para decidir tu futuro, analizar tu presente, y asumir el pasado.
Viajas divagando por los caminos, subes y bajas, te paras y observas, piensas y avanzas.
Viajas lejos, dejando atrás lo que no te gusta y esperando que algunos ansíen tu vuelta y esperen verte de nuevo.
Viajas soñando, sueñas viajando.
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