
La lluvia incita a refugiarse, a quedarse escondido.
La lluvia implica romanticismo y pasión.
La lluvia hace pensar, recordar, sentir, entristecer...
La lluvia son lágrimas...
Es cuando el cielo quiere bautizar el suelo con su gota a gota.
La lluvia trae recuerdos de infancia, de ayer, de gente que se ha ido y no volverá...
Pero quizás la lluvia sirva para limpiar, para hacer que empecemos de nuevo, que cojamos fuerzas y sigamos... después de la tormenta siempre llega la calma, y quizás mañana hará sol, y veremos las cosas de otra manera. Siempre hay un mañana, y me quedo con ese mañana...
Hagamos caso del dicho popular que dice que vivamos la vida que son tres días, dos llueve y el otro está nublado.
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