Te observo a escondidas, y descubro tu felicidad.
Me alegra verte así, feliz.
Me alejo lentamente, llevándome en mi mirada para siempre tu sonrisa.
Me invade una sensación de tranquilidad por saber de tu felicidad encontrada, por saber de tu inocencia pura, por ver reflejada en tu mirada la alegría única de los niños.
Aquí seguirás, disfrutando a cada instante de la vida, de la felicidad y de la tranquilidad.
El sol te calentará, la luna te iluminará y guiará, la playa te hará recordar la felicidad y la arena te acariciará junto a la dulce brisa del mar.
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