¿Cuántas cartas de amor se escriben a lo largo de la vida?
Escribimos a nuestros padres cuando somos pequeños y nos separamos unos días.
Escribimos a nuestros hermanos, hermanas, primos y primas cuando vivimos aventuras en la lejanía.
Llega nuestro primer amor y ansías escribirle mil cartas de amor.
Lo ves a diario, vives al lado y aún así te pasarías el día escribiéndole mil palabras de amor. Le repites lo que sabe una y mil veces, e incluso llegabas a perfumar tus cartas o a poner fotos.
Llega el momento de la separación y parece que las cartas se quedan cortas para expresar tantas cosas desde la lejanía.
Esas cartas servirán para recordar los amores, recordar los sentimientos y revivir las historias una y otra vez.
Y, ahora, imaginar por un momento que pasados muchos años se recuperan todas esas cartas, y alguien que te quiere más que a su vida se hace con ellas... ¿No es un regalo magnífico? Es una concesión de la vida, un regalo sin precio, una maravilla indescriptible.
Pues eso me ha sucedido, y ahora tengo ese tesoro entre mis manos.
Lo guardaré a buen recaudo y tus secretos pasarán a ser los míos.
Escribimos a nuestros padres cuando somos pequeños y nos separamos unos días.
Escribimos a nuestros hermanos, hermanas, primos y primas cuando vivimos aventuras en la lejanía.
Llega nuestro primer amor y ansías escribirle mil cartas de amor.
Lo ves a diario, vives al lado y aún así te pasarías el día escribiéndole mil palabras de amor. Le repites lo que sabe una y mil veces, e incluso llegabas a perfumar tus cartas o a poner fotos.
Llega el momento de la separación y parece que las cartas se quedan cortas para expresar tantas cosas desde la lejanía.
Esas cartas servirán para recordar los amores, recordar los sentimientos y revivir las historias una y otra vez.
Y, ahora, imaginar por un momento que pasados muchos años se recuperan todas esas cartas, y alguien que te quiere más que a su vida se hace con ellas... ¿No es un regalo magnífico? Es una concesión de la vida, un regalo sin precio, una maravilla indescriptible.
Pues eso me ha sucedido, y ahora tengo ese tesoro entre mis manos.
Lo guardaré a buen recaudo y tus secretos pasarán a ser los míos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario