La primera vez que te vi, que nos cruzamos fue como si el tiempo se parara.
La tierra dejo de girar, la melodía dejó de sonar y el viento se calmó.
La vida pasó a convertirse en un juego en el que quisimos jugar a todas horas. Nos divertimos sin cesar, nos reímos hasta morir y extasiados seguimos jugando.
Juegos de cada día, juegos que cambian la vida, juegos que se convierten en peligrosos a la vez que alegran la vida.
Adoro jugar, la vida es un juego del que participo y no quiero simplemente ser un espectador. Quiero ser un jugador ganador.
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