¿Nunca habéis deseado poder desaparecer por un rato de este mundo?

¿Nunca habéis querido ser anónimos y pasear sin ser reconocidos por nadie, y perderos en la soledad?
Yo en ocasiones tengo ganas de eso. Disfrutar de un momento tranquilo, disfrutar del anonimato, disfrutar de las pequeñas cosas de la vida con una gran sonrisa.
No quiere decir que no lo haga, pero siempre tienes momentos que deseas para ti.
Uno de esos momentos envidiables es por la noche, una copita de vino, un buen libro y la única compañía que crea tu mente.
Cuando escribo recreo estos momentos, momentos de vidas paralelas, momentos solitarios o acompañados en mi mente.
Disfruto también de una mañana soleada, frente al mar, con su brisa en mi cara recordándome esa sensación de libertad que solo el mar sabe ofrecer.
Mis pensamientos se pierden en su grandeza sin límites. Mis sueños se recrean en su bravura desmesurada al ritmo tranquilo de un ir y venir constante.
Por un ratito me gustaría ser otra persona, por un ratito me gustaría convertirme en la protagonista de mis historias prestadas sin consentimiento, por un ratito me gustaría estar en otros oídos cantando canciones, o contando historias reales en algún oído que quisiera tenerme ahí.

No hay comentarios:
Publicar un comentario