La vida pasa rápido, las cosas suceden sin darte cuenta.
Los malos momentos están ahi siempre presentes, parece como si quisieran estar siempre dañándonos. Recuerdas momentos vividos, momentos duros que has pasado, escenas que recuerdas y provocan que las lágrimas broten de tus ojos de manera involuntaria y a la vez tan natural que asombra hasta uno mismo. Por mucho que pase el tiempo, esos momentos siguen provocando el mismo dolor, sigues recordándolos con la misma intensidad. Es bonito recordarlos, pese al dolor que provocan, pero su recuerdo nos ayuda a superarlo.
En cambio los buenos pasan rápido, ¡tanto que no nos enteramos!
¡Me gustaría detener el tiempo! ¡Que no pasara tan rápido a veces! Pero, aunque pase rápido ¡al menos lo he vivido! Prefiero vivir los buenos momentos de manera rápida, sin darme cuenta, que no dejar de vivirlos, de sentirlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario