miércoles, 25 de mayo de 2011

Brasas que fueron fuego

Pido a gritos que te vayas pero no quiero perderte.
Camino descalza por encima de las brasas que aún conservan el calor que les dimos.
Mi cuerpo ya no siente, ya ha dejado de notar el dolor que le produce tu marcha. No te he olvidado, sino que me he acostumbrado a vivir con ese sentimiento, con ese dolor, con esta alma desgarrada.
Al caminar el dolor no se aprecia, pero no me libro de las marcas físicas que dejarán este camino hacia adelante.
Debo avanzar, debo continuar intentando superar el inmenso dolor. Cuánto más rápido desaparezca menos lo sentiré, pero hay algo que me impide avanzar a una velocidad adecuada, me quedo clavada a un instante que ya nunca se repetirá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario