Huellas marcadas en mi piel a fuego para siempre.
Nadie ya conseguirá borrarlas.
No se verán, pero ahí estarán de por vida.
Pisadas que no se borran ni con la mayor tormenta.
Tras de ti sólo quedan estas marcas transparentes pero tan visibles para el corazón.
Rogaré en silencio por tus besos, dejaré todo por ese abrazo y esa dulce caricia que recorra los surcos que dejaron tus huellas.
Sopla el viento pero no se borran las marcas, son marcas de experiencias únicas vividas y ya nadie conseguirá que las olvide.
Hablaré de forma silenciosa para pedir que te quedes a mi lado, hablaré a gritos para decirte lo mucho que te quiero.
No despertaré jamás de este dulce sueño
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