sábado, 7 de mayo de 2011

Mares lejanos, mares pérdidos

Eres como el mar, aunque no lo veas a diario sabes que lo tienes al lado.
Pero ahora no lo tengo y lo echo de menos.
No hay un solo día en el que no piense en ti, en el que no me acuerde de lo que vivimos, de los buenos momentos que compartimos, de las risas eternas a tu lado.
Pero quiero recordarte y alegrarme por ti, porque te marchaste buscando una felicidad que aquí no era plena, no era la que te merecías. La viviste y la perdiste por lo que no quisiste o no pudistes seguir aquí.

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